Enzo Ferrari era un narcisista de cojones.
Una vez llego un empresario que se dedicaba a fabricar tractores a quejarse a Enzo sobre los problemas que estaba teniendo con su Ferrari 250 GT que tenía que mandar frecuentemente al taller. El hombre en cuestión al tener conocimientos de mecánica le sugirió a Enzo unos pequeños cambios para eliminar esos problemas, pero esas críticas no sentaron nada bien a Enzo que se puso hecho una furia, el cliente a su vez acabó por decirle que sus Ferraris eran una mierda, y Enzo le respondió...
«Un fabricante de tractores no me va a enseñar cómo hacer coches deportivos»
Pues bien, el fabricante de tractores se llamaba Ferruccio Lamborghini, y viendo su apellido ya imaginareis como sigue la historia 🤣