A victimizar a Vinicius, ahora es lo que toca. Un jugador que desde el principio no ha parado de provocar, a la afición, al banquillo visitante, se encara con el asistente, se encara con el árbitro, les aplaude en la cara a los dos, se tira seis veces. Y se le permite todo. Es una mala persona. Todo eso antes de que le proferieran el insulto racista. Menudo monstruo han creado.
Ahora sale Ancelotti a decir que la afición le ha cantado mono, MENTIROSO. Le han cantado TONTO, y cortos se han quedado.
SE VIENE LA CAMPAÑA. QUÉ ASCO.