Tengo tiritera, me duele la piel, tengo picos de fiebre, muchos mocos y me duele la garganta. Es probable que sea COVID, yo qué sé, me importa un bledo. Lo importante es que me estoy muriendo.
Ya me he despedido de mi mujer y mi hijo y les he dicho dónde está la carpeta con los papeles donde está todo arreglado para cuando fallezca. Ahora llega el turno de mis amados conforeros.
Os quiero. He reído y llorado junto a vosotros y mi vida no habría sido lo mismo sin vuestras tonterías. He modificado mi testamento para que figuréis en él. No os hagáis ilusiones, os lego el regalo de la amistad, lo realmente valioso se lo lleva mi hijo.
Ya veo la luz. Allá voy.