Lo malo del digital es que el supuesto ahorro de las compañías en distribución, la caja y el propio formato, por no hablar del ya hace años desaparecido manual, no se ve reflejado en el precio del juego digital y te cobran lo mismo que un juego físico.
Pero es que los servidores también llevan mantenimiento y blablabla... Vale, estamos de acuerdo, pero qué casualidad que es el mismo coste que todo lo que conlleva un juego físico detrás y se lo llevan calentito.