Iba a entrar como un elefante en una cacharrería, pero después de haber adquirido mi flamante PS5, entiendo perfectamente las críticas hacia Nintendo y su política de precios.
Es que vamos, es una locura la diferencia que hay entre las ofertas de una compañía y otra. Y la tozudez de los de Kyoto no tiene límites. Parece que el alma en pena de Yamauchi los atormenta a día de hoy.