Más allá del peseto nivel LEYENDA montando a un abuelo hasta arriba de orujo con dos escopetas por 20 cochinos euros, todo mi apoyo a ese afable conciudadano, que además de salir con excelsa virilidad a combatir la plaga de libretillas asesinas que reinan nuestras calles, saca tiempo para tranquilizar al taxista asegurándole que está bajo su protección.
Gloria y honor, camarada.