La vi el sábado y me pareció la película más redonda del Bayona hollywoodiense post Orfanato. Y eso que me daba cierta pereza porque entre ¡Viven!, que la han echado doscientas veces en la tele, y vídeos y docus sobre el accidente, tenía la historia trilladísima ya, pero es muy superior a la americanada de los 90.
La factura técnica, una vez más, es la de un top de su generación, y el melodrama, que es lo que suele empachar de su cine, lo lleva con mejor gusto que nunca.
Grandísimo trabajo de casting, el actor que encarna a Numa enamora a la cámara.
Y luego, como viudita de Lost, el sello de Giacchino en la BSO es inconfundible.
La veo con firmes opciones de ganar el Oscar a peli extranjera, pero me da que se lo acabará llevando la italiana por lo de siempre en los últimos años.