Marquez Las llamas de la chimenea se reflejan en la refulgente armadura del enorme paladín Marquez, bailando como lenguas de fuego. El paladín contempla el fuego con los brazos cruzados; tiene los músculos relajados y a la vez tensos, su cara muestra vejez y a la vez juventud, sus ojos están perdidos en el bailoteo de las llamas. Cuando Marquez ve que te acercas, el paladín lleva la mano a su empuñadura en un movimiento reflejo, rápido y a la vez lento.
"¡Hereje!", te espeta con ira refulgente, agitando los cabellos negros que también tienen canas blancas. "Tu herejía ha llegado hasta mis oídos. ¿Pensabas acaso que soy un ignorante? ¿Creías que no me enteraría? Por las refulgentes alas doradas de Iomedae, te equivocaste en tal caso. E incluso en caso contrario, ¡te equivocaste también, puesto que la herejía que profesas es una deplorable equivocación moral!"
"Ah, así es: he sabido de tus ponzoñosas palabras de herejía hereje. Recibí un reporte que explicaba, en términos carentes de ambigüedad, tu desdén público hacia Buscacaminos: La Ira de los Justos. Así me ha sido reportado. Y, del mismo modo, siguiendo esa sucesión, ¡yo pretendo reportarlo a las autoridades competentes!"
"En efecto, no creas que tu inaceptable escarnio hacia tamaña obra de arte quedará sin consecuencias. Oh, no: tendrá consecuencias. La información de ese suceso no morirá conmigo, sino que su reporte será reportado. ¿Creías que sucedería de otro modo, vil villano? Es irrelevante lo que creyeses, puesto que ese es el modo en que sucederá, y no otro hipotético modo en el que sucederá. Por Iomedae, por las cruzadas, juro que así será, y será así. Como paladín vuestro que soy, un reporte os debo, así que un reporte os voy a dar, como vuestro paladín que soy."