Laolama Puede ser, pero como digo, el primero no me dejó ganas de más. No fue un juego que me dejase el gusanillo por conocer más de ese mundo o de ver evolucionar los personajes, o simplemente perderme de nuevo en otro mundo así para explorar o combatir. Si no me nace ese interés, no quiero ni intentarlo.
Además, me lo pienso mucho con los open worlds en general, o juegos que son largos. Me ha llegado a pasar con por ejemplo Elden Ring o Dragon Quest XI, que empecé a jugarlos y a las 4-5 horas pensar "lo dejo aquí, no porque no me parezca bueno lo que estoy jugando, sino porque no me nace jugarlo, no siento que lo esté disfrutando del modo que debería, del modo que me encandilaron juegos como Dark Souls o DQ VIII cuando los completé". Así que si un día me pongo con el Forbidden West, que sea cuando nazca esas ganas que, como digo, no me las creó su primera entrega al acabarlo.