Nisi
Bueno, esa al menos vino a España siendo un bebé. La hija de un conocido vino teniendo 6-7 años y estaba tan traumatizada por cómo la habían tratado sus cuidadoras en Rusia que no fue capaz de darle siquiera un abrazo a su madre adoptiva hasta pasado más de un año. La pobre también sufría síndrome alcohólico fetal.
El trauma de su experiencia en un orfanato ruso fue tan grande que la persiguió durante toda su adolescencia y se intentó suicidar en varias ocasiones hasta que tristemente se quitó la vida hace menos de un mes, con solo 21 años.
El chaval que protagoniza la noticia fue adoptado con 5-6 años, así que a saber qué vivió en el centro de acogida ruso...