La primera temporada es la única que más o menos merece la pena, porque el rollo psicológico y los análisis del protagonista no están mal. Luego va degenerando al completo absurdo cuando conoce a Love para volverse en basura en el sentido más estricto con la cuarta temporada, la locura (extra) del protagonista y sobre todo los comportamientos inverosímiles de aquellos que le rodean.