Vitor Roque lo hizo bien cuando jugó, pero al final los entrenadores tienen sus manías absurdas y toca comérselas aunque cualquiera con dos ojos vea que son malas ideas, como cuando Xavi largó a jugadores útiles como Nico o Adama porque prefería a Ferran, Dumbele o Kessie o cuando se empeñaba en meter con calzador a Eric García o a Cancelo por la derecha, que convertían la defensa en gelatina y se la sudaba.
Si fuese Roque me quedaba en el equipo y a esperar, que es joven y todos sabemos que a Xavi le quedan 2 telediarios de entrenador.