Ante todo en esta vida hay que ser un caballero que se viste por los pies y reconocer los errores cuando se cometen.
Dije que lo del menisco tenía que ser muy poquita cosa, porque de lo contrario ni habría acabado el partido contra Cerundolo, y que para los Juegos estaría listo, y ya está en Londres ganando partidos sin sudar.
Así que desde aquí mis más sinceras disculpas a una leyenda del séptimo arte como Jesulín. No volverá a pasar.