Destaco su End Game. Como convierte el mapa en el fin del mundo me ha dejado torcido. Una experiencia que no recuerdo haber vivido antes.
Su orografía, vistosa a grandes distancias y que esconde multitud de secretos. También su tono, con una luz muy natural muy alejada de los colores saturados de otros juegos. Esa naturalidad también se puede apreciar en las construcciones y en lo enmarañado o el irregular terreno.
La historia está mucho mejor escrita que la primera parte. La narrativa empieza bien pero luego se pierde un poco porque creo que el juego está acelerado para poder terminarlo. Está claramente inspirado en Dark Souls, Tolkien, Juego de Tronos y seres mitológicos que ya son parte de la cultura popular. No inventa nada, pero funciona.
El sistema de peones me ha encantado, es una gran forma de descargar sobre el jugador la responsabilidad de mantener aun más personajes al día. Tengo la impresión de que este sistema no nace de una brillante idea si no del desarrollo de un cooperativo que no acabó implementadose. Pero igual me equivoco. Suelo coger peones con niveles mayores que faciliten las cosas y sobretodo que tengan un diseño atractivo. Alguno de ellos se ha convertido en grandes compañeros, alguno que por cierto hecho de menos al no encontrarlo en en NG+.
Y por último el gameplay. Es lo mismo que el 1, un juego de acción con habilidades a escoger dependiendo de la clase que elijas. Es curioso porque no fijas a los enemigos si no que vas golpeando o apuntando pero funciona muy bien. Quizá también destaco lo de subirse a los enemigos para golpearlos en puntos débiles o intentar tirarlos al suelo.
60 pavos pagué por él. Bien invertidos, me ha dado más de 50 horas y creo que voy a seguir jugandolo. Aun hay muchas cosas que no he visto.
También he hecho una partida un poco rara, no he seguido practicamente la línea argumental hasta que me la he encontrado. Me he metido por muchos sitios simplemente porque me apetecía explorar por ahí.