La hostelería de barrio es muy sacrificada, y los chinos tienen una cultura que casa muy bien con ese estilo de vida.
Al lado de mi bar hay uno de esos bares de comida española de toda la vida, pero que ahora lo llevan unos chinos. Están abiertos de lunes a domingo de 12 de la mañana a 1.30 de la madrugada. Los padres y 2 hijos. A eso hay que sumarle el tiempo de hacer cuentas, comprar mercancía, etc., y tienen unos precios tirados, que son los que nos marcan a cuánto podemos vender los demás la cerveza.
Eso lo que consigue es que los demás vayamos traspasando los negocios, y acaben en manos de otros chinos, porque competir contra ellos es imposible. He oído teorías locas de que el gobierno chino les financia para desestabilizar la economía y tal, pero yo creo que es tan sencillo como que los españoles no podemos competir contra ellos porque no estamos dispuestos a reducir nuestra calidad de vida a ese nivel, para competir de igual a igual. Podría entrar en detalles y dar números, pero creo que la idea está clara.