Pues vista y lo esperado, puro entretenimiento realizado de forma profesional. Pero ¿tiene sentido que un director como Ridley Scott continúe dirigiendo para hacer este tipo de productos? Él sabrá, desde luego se ha ganado el derecho de hacer lo que le salga de las narices, pero no entiendo que te metas a hacer una película a los ochenta y muchos años si no tienes algo mínimamente interesante que contar. Comparemos con Spielberg, todas sus últimas películas estarán mejor o peor pero dicen algo, no sólo están hechas por el mero hecho de permanecer en activo.
El guión es muy flojo, casi un remake encubierto de la anterior, que ya era a su vez casi un remake de La caída del imperio romano. La anterior no era un gran película pero ha perdurado porque se dio un buen cruce de talentos: Scott todavía en buena forma (aunque alejado de sus mejores trabajos), Russell Crowe en su cénit, Hans Zimmer inspirado, Richard Harris aportando presencia... El guión por desgracia era flojo también. Ahora tenemos un guión flojo, con una trama que tienes que hacer esfuerzos para creerte y que además es puro reciclaje con lo que es muy previsible.
¿Tiene Hollywood todavía la capacidad de hacer grandes producciones con un fondo dramático mínimamente adulto que suba un poco el nivel desde el entretenimiento? Parece que ya, por restricciones presupuestarias, por riesgo financiero, por falta de talento o por lo que sea, no hay casi productos de este tipo.
Un saludo