Veis maldad donde no la hay.
Las pobres personas que van en silla de ruedas siempre han de ponerse en un lado del banco, sintiéndose más discriminados aún. Es una manera de poner al discriminado en el centro para sentirse rodeado de amor.
Una vez mis amigos me dejaron ponerme delante en una foto, ya que al medir casi 2 metros siempre voy al fondo.
Es una foto a la que le tengo mucho cariño, aunque a tres colegas no se les ve.