A mí me hace gracia la facilidad con hasta que la mierda más nimia acaba en Instagram.
Puedes ver reflexiones de fumado de tu colega, que a tu ex le sentaron chungas las gambas de el chino el viernes o como tú amiga hace el ridículo anunciando a los 4 vientos que ha encontrado al hombre de su vida y cortaron a la semana y similares. Antes los trapos sucios se lavaban en casa, hoy parece que compartir todo y la validación moral del resto de la red es el abc de la vida de muchos.