No es que lo prefiriese. Puestos a elegir, está claro que me perjudicaría más que me beneficiaría. Con esto dicho, no exagero al afirmar que toda la industria entera del videojuego podría desaparecer mañana, quedando sólo los juegos de esta saga y dos o tres más, y no necesitaría nada más.
Además esta saga en mi caso tuvo la suerte -o la tuve yo, según se mire, o tal vez los dos- de que la conocí en un momento muy específico de mi adolescencia y tuve la tremenda fortuna de poder compartirla con mis amigos en aquél momento en una etapa de mi vida, y que entiendo también ha sido así en la vida de todas las demás personas por miles de comentarios que he leído al respecto, que es irrepetible.
No existe absolutamente nada, y esto es incluso triste cuando se mira así, que pueda competir con la sensación absoluta de nostalgia y añoranza que una persona puede sentir cuando recuerda fuertememente no sólo lo que un juego le gustó, sino el contexto especial en el que se dio la vivencia. Es como cuando alguien estuvo muy enfermo y consiguió salir adelante y recuerda con un cariño indescriptible al juego que jugaba en el hospital. Conoceré en mi vida decenas de juegos que me parecerán sobresalientes, pero ninguno de esos juegos será capaz de hacerme sentir lo que siento cuando pienso en Monster Hunter, Pokémon o Phantasy Star Online. Va más allá de que te gusten o no; es una sensación rara de mezcla entre cariño, pasión y diría que hasta cierto sentido del deber para con respecto a ellos. Y no tiene tampoco nada que ver con que sean sagas perfectas, exentas de fallos o ajenas a la crítica. Hay que haber vivido algo parecido para entenderlo.
Espero que cuando dentro de muchos años a ser posible se me apague a mí la luz de la vida esta franquicia siga brillando.