He estado en Japón dos veces. La primera fue simplemente de vacaciones, en 2016. El shock tras visitar lugares como Akihabara fue una cosa única. Unas ganas tremendas de sacar la billetera en cualquier sitio y llevarmelo todo. Y de volver, siempre queríamos volver... Todos los días! Pero no se si esa experiencia se puede vivir a día de hoy, para otras personas. Creo que el retro de la época de Super Nintendo es ya residual, y lo que puedes comprar es gastando mucho dinero.
Esa magia se ha perdido. Se puede comprobar en cualquier vídeo de youtubers de estos que van allí a desvalijar las tiendas de videojuegos
Sin embargo el otro día le decía a mi mujer que pronto tendría que hacer espacio porque mi estantería se está llenando y tras mirar un poco lo que me pareció más prescindible fue la pequeña colección de Super Famicom que tengo. Es que no se me pasa por la cabeza vender PS4/5/Switch por ejemplo. Esas 3 máquinas son increíbles porque juntan juegos de todas las épocas y tienen colecciones alucinantes, aunque no tengan ese envoltorio tan bonito y nostálgico como una caja de cartón de SNES. Ahorras mucho espacio y encima puedes jugar en tu tele habitual. Eso y que además los juegos de SFC ni los toco aunque tenga una Super NT porque muchos son versiones muy recortadas con respecto a las de arcade.
Puedes gastarte la pasta gansa como yo hice en el King of Dragons y el Knights of the Round, para que Capcom saque el Capcom Belt por dos duros que incluye versiones Arcade que se siguen viendo de fabula y es otro nivel con respecto a SNES. Y encima con una edición coleccionista fetén.
Y digo más, en mi estancia en Japón compré mucho juego actual allí. Cosas que no salían aquí, que puedes comprar online sí, pero bueno lo retro también. Es decir, sigue habiendo interés en recorrer tiendas de videojuegos. No tanto de descubrir tesoros por poco precio. Pero os digo una cosa, es que me da igual, yo ya no voy a comprar esos videojuegos. Al retro le puse límites y a penas quiero nada más que un par de cosillas.
Y se sigue haciendo material único en forma de videojuegos, libros y merchandising. Por lo cual el aliciente friki sigue estando ahí. Un poco menor, sí, pero sigue merciendolo. Y tras mi estancia larga allí, cuando digo que quiero volver a Japón el primer pensamiento no es en frikiadas, pienso sobretodo en tranquilidad, en la panorámica japonesa, en estar allí rodeado de su cultura y en enseñar un lugar diferente a mis hijas.
PD: y por cierto nunca he comprado tantos videojuegos como en 2024. Es increíble la cantidad de material que sale mes tras mes en físico. No doy para todo y tengo que descartar juegos que me duelen o esperar a que haya un mes más flojo. Eso o trucar la contabilidad.