Ante todo debes ser un señor.
Escribe a la muchacha pero no le pidas su dirección. Tan solo dile que tienes esas cosas y pregunta dónde podría entregarlas para que las recuperase.
Da un plazo de un mes para que conteste. Si no lo hace, ahí sí, tira los cacharros.
Poned en valor vuestro honor, conforeros. Como diría un sabio, extremad la prudencia en estos tiempos aciagos.