Raye (Klagenfurt, 1991) es una bióloga austriaca que llegó a Lleida en 2017 a estudiar un máster en ecología forestal. Acabó los estudios, pero se enamoró del país y se quedó a vivir aquí. También se enamoró de su pareja, un español con el que lleva casi 6 años de relación. Pero también se enamoró de más gente. "Me di cuenta de que me costaba mucho ser monógama", confiesa. Así, de mutuo acuerdo con su chico (que ya tenía experiencia en este tipo de relaciones), decidieron abrir su relación a otras personas. ¿Cómo se llama eso? ¿Poligamia?
"No, por favor. Lo primero que te pido es que no utilices el término poligamia; no es correcto. La poligamia se refiere a un matrimonio en el que una de las dos partes de la pareja tiene una relación abierta con más personas. Generalmente el hombre. Se utiliza en culturas en las que al hombre le está permitido tener muchas mujeres. Y mi proyecto no va de eso; en realidad está muy alejado de ese concepto".
Se lo aclara a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA la propia Julia, que reside en Cuenca y trabaja como freelance de marketing digital. Y ese proyecto al que se refiere, al que ha bautizado como Openly Different, cada día tiene más adeptos. Allí instruye a la gente sobre un tipo de relaciones alejadas de los cánones tradicionales, con estructuras en las que caben más de dos personas. Es lo que se conoce como 'no monogamia ética'. Y a esto, como todo, hay que aprender. "Si las relaciones de por sí son complicadas, las relaciones no monógamas lo son aún más", resume Julia.
La ética
"Hay varios modelos dentro de las relaciones con más de un vínculo. Está el poliamor, las relaciones abiertas, los swingers, la anarquía relacional, la agamia o el ambiamor, en función de la forma con la que te relacionas con las otras personas. Si se basa en el contacto físico o no, etc. El término con el que me siento más identificada es el de 'No monogamia ética'", resume. Y lo explica.
"Lo de 'No monogamia' quiere decir simplemente que no te relacionas con una sola persona, sino con varias. Pero eso también incluye la infidelidad. Alguien que tiene una pareja y un amante, es una persona no monógama aunque no es oficial. Ni ético, porque se lo estás ocultando a tu pareja. Estás engañando. Así, el matiz 'ética' viene por el hecho de vivir la 'no monogamia' sin mentiras, sin esconder nada a tus vínculos".
Uno de los encuentros de Openly Different en Valencia / Cedida
Vínculos. Ese es el nombre con el que se denomina a la gente con la que la persona no monógama ética se relaciona sentimentalmente. Personas con la que se comparten diferentes tipos de experiencias. En el caso de Julia existe una persona a la que llama vínculo principal. Es su pareja, el chico con el que convive desde 2019, el que le introdujo en este tipo de relaciones y que también participa a menudo en las dinámicas de grupo.
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No sólo sexo
"Puedes tener un vínculo principal, como es mi caso, o puede ser varios al mismo nivel, con una estructura horizontal. A mí me da mucha tranquilidad y libertad la no monogamia para expresarme como persona. Hay gente que piensa que es solamente una cuestión de sexo, pero no. Eso no tiene nada que ver con el sexo. El sexo es como un plus, algo bonito que nos gusta mucho experimentar. Obviamente es una parte muy buena de la no monogamia, hay gente que conecta solamente con esa parte. Pero yo conecto mucho con la parte emocional".
"La no monogamia rompe con el concepto de propiedad sobre una persona. Te abre a la libertad de explorar éticamente experiencias con otras personas que el ser humano quiere vivir. Al final somos animales. Muy evolucionados, sí, pero animales. Tenemos instintos de estar o relacionarnos con varios individuos a la vez. Eso es biología y yo me siento muy conectada a esa parte científica", explica.
Ese punto de vista se lo rebaten constantemente: "Hay gente que piensa que no, que el ser humano es monógamo por naturaleza. Pero no es verdad; eso ha sido en los últimos años, por una cuestión de supervivencia. Porque es más fácil formar una pareja que te ayude a criar a tus hijos. Pero el ser humano no es monógamo y busca experiencias constantemente. Hay gente que lo hace a escondidas y otros en libertad. Eso no debería estar mal visto".
Julia durante una de las dinámicas de grupo de su comunidad / Cedida
La comunidad
Julia se dio cuenta de que en torno a las relaciones no monógamas "hay muchos prejuicios. Se ve como algo malo cuando dices que te relacionas con más de una persona a la vez. Me encuentro muchos ataques en redes, de haters que no lo entienden, que atacan el modelo por todas partes, que te dicen que eso no es amor, que si amas a una persona de verdad sólo quieres estar con ella".
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Esos prejuicios hacen que mucha gente lleve su no monogamia en secreto: "Pasa un poco como con la homosexualidad, que antes era tabú y poco a poco se ha normalizada. Con esto igual. Es muy difícil conocer a otras personas 'no monógamas'. No lo vamos contando por ahí. Tú no sabes dónde ir cuando quieres conocer a otras personas no monógamas". Ese fue uno de los detonantes que la llevó a fundar el pasado mes de junio, con ánimo didáctico y con la intención de conocer a gente con estos mismos intereses, el proyecto Openly Different.
Asegura Julia que "es muy difícil encontrar a otras personas no monógamas. Pero ya no con la idea de "yo quiero algo contigo", sino de "cuéntame cómo vives tú la no monogamia, que yo me sienta menos sola, quiero tener amigos que vean el mundo como yo, que me puedas dar un consejo". Porque no voy a poder tener una conversación sobre estos temas con una persona monógama con mente muy cerrada que nunca lo va a entender, que siempre te va a cuestionar por qué haces eso. Por eso fundé esta comunidad. Para conocer a personas, intercambiar experiencias y aprender de manera segura".
Creciendo
De momento, y en tan solo tres meses de vida, ya cuenta con 65 personas que ya han participado en los eventos, que se organizan sobre todo en Valencia. En ellos se dan pistas para iniciar relaciones de esta naturaleza. "Personas interesadas en la no monogamia, que quieren saber de qué va y si podría ser algo bueno para ellas, así como para otras que ya se están iniciando y están buscando relacionarse con más personas que piensan igual. También hay gente que lleva mucha gente siendo no monógama, pero nota que le falta esa conexión humana con las mismas inquietudes".
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Julia lleva seis años practicando la no monogamia ética / Cedida
La comunidad. no obstante, es bastante más numerosa. "65 son las personas que han asistido a los eventos. Pero en la lista de difusión ya contamos con 400 personas. No todas de España. Hay mucha gente que me escribe de Latinoamérica diciéndome que ellos también son así, pero que no cuentan con espacios para reunirse". En las reuniones presenciales se celebran actividades de todo tipo: charlas, talleres o webinars en los que la no monogamia es el elemento vertebral.
Cualquiera puede acceder a esta comunidad. Se trata de contactar con Julia en su página web o en sus redes sociales. Allí pasará un cuestionario iniciático previo al ingreso en el grupo. No se pagan cuotas y la mayor parte de las actividades son gratis. Se reúnen en bares o al aire libre. Y la idea es "construir un espacio seguro para las personas que quieren conocer la no monogamia ética". Una tendencia que, por lo que apuntan desde la comunidad, está en auge y no deja de ganar adeptos.
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Me resulta interesante como se actualizan este tipo de ideas, ahora con las redes sociales.
Es una forma de vida que yo no haría pero que es tan válida como la monogamia.
