
El T-800 de la secuela de Terminator es un personaje completamente diferente al de la película original, y eso escamó de lo lindo al Chuache.
En 1984, Arnold Schwarzenegger interpretó a una auténtica máquina de matar que no tenía reparos en sembrar el caos y la muerte en una comisaría con tal de dar caza a Sarah Connor (Linda Hamilton). Cuando James Cameron llegó al actor con un guion para Terminator 2: El juicio final, el Roble Austríaco pensó que volvería a las andadas.
Pero la secuela cambia de un modo muy bizarro la mera esencia del T-800, haciéndolo pasar de un ciborg asesino a un protector para John Connor (Edward Furlong).
Sobre el papel, la idea estaba muy bien y aportaba un matiz completamente nuevo al personaje. Otra cosa es que fuese a gustar al propio Arnold Schwarzenegger, y de primeras ya os decimos que no fue así.
El actor se escandalizó cuando descubrió que su personaje no mataba a nadie en toda la película, amparándose en la orden verbal que le dio John. Aun así, Arnold Schwarzenegger trató de que James Cameron le permitiese "ametrallar a gente".
Arnold Schwarzenegger quería matar a alguien en Terminator 2
Tal y como relata el propio James Cameron a la revista Empire (a través de Screen Rant), tuvo que recurrir a la psicología para convencer a Arnold Schwarzenegger de que no matar a nadie en toda la película era lo mejor.
"Arnold odiaba la idea. [...]Dijo 'Mira, Jim, lo leí, está muy bien escrito, pero no mato a nadie'. Le dije: 'Lo sé, ¡eso es lo genial de esto! ¡Tomamos a un tipo que es un monstruo y lo convertimos en un héroe!'".
La idea estaba clara, pero no implicaba que Arnold Schwarzenegger no intentase salirse con la suya y matar a un par de infelices antes de recibir la orden de John Connor.
"Estaba horrorizado. Dijo: 'Vale, pero en la página 40 John me dice que no puedo matar a nadie. ¡Puedo ametrallar a la gente antes de eso!'. Le dije: 'Bueno, me has metido en un vacío legal, pero tú serás el héroe. Es solo una coincidencia que no hayas matado a nadie hasta entonces. John te reprograma verbalmente y entonces eres bueno. Pero ¿eres realmente bueno o solo actúas bien?'.
Él dijo: '¿Soy realmente bueno?". Le respondí: "Eso es lo que vamos a descubrir juntos". Nos llevábamos muy bien, pero él tenía esos momentos de crisis en los que yo tenía que convencerlo para que no se arriesgase. Y funcionó".
Fue una jugada que salió bien y, de hecho, hizo que Arnold Schwarzenegger tuviese papeles similares en Terminator 3 o El último gran héroe, aunque en esta última tuvo libertad para cargarse a todos los malos que quisiera.
Terminator 2: El juicio final es una de esas rarezas en las que una secuela llega a superar a la película original gracias, entre otros motivos, al giro que se da al personaje titular.
Fuente:
https://www.hobbyconsolas.com/noticias/james-cameron-recurrio-psicologia-arnold-schwarzenegger-aceptase-cambio-odio-terminator-2-1407123