Lo que hicieron con Angrboda fue terrible, fue tan aliporesco como ver un capítulo de los Bridgerton.
Incluso para representar la fantasía necesitas mantener cierta coherencia interna y respetar algunos cánones, aunque tienes razón, ciertamente no me tomo en serio un anuncio chorra y audiovisualmente impactante en el que un tenista monta un oso y que de mucho alipori (pero los libros, películas, o juegos no entran en esa categoría de pasotismo porque no son simples anuncios, a diferencia de un anuncio hortera esos productos tratan de contar un historia que tenga algo de sentido).