Me pregunto qué habría pasado si no hubiera tal avalancha de pruebas si una mujer hace eso mismo aprovechándose de que el sistema se lo permite. De verdad que podría haber destrozado tanto al empleado como a la compañía entera si no hubiera sido tan chapucero el relato.
Y me pregunto cómo es posible que tanto prensa como El País como personajes públicos como Yolanda Diaz, que rápidamente publicaron titulares en denuncia a los hechos y apoyo a la víctima, por qué no salen informando con igual fuerza de todo esto o piden perdón por sacar conclusiones precitadas. Porque cuando la víctima resultan ser quienes no les interesan, ya son menos víctimas.
Y también me pregunto por qué sale tan barato denunciar en falso, porque el daño que puedes hacer con un acto así puede ser irreparable, y las multas y penas por haber intentado hubdir y destrozar la vida de alguien son ridículas.