Pues eso, hace tiempo que llevo pensando abrir posts del tema de los chips.
No sólo USA está con el tema de prohibe que te prohibiré, también hay muchos países (es decir: Taiwán, Corea del Sur, Japón) que desconfían los unos de los otros. Aquí no hay ni amigos ni prisioneros.
Y para que se vea lo que quiero decir, abro con dos noticias, que no son ni de China, ni de EEUU.
Corea lanzará su Ley CHIPS ante el empuje de EE.UU., China y Taiwán
https://elchapuzasinformatico.com/2023/03/corea-ley-chips-samsung-sk-hynix/
El mundo de los semiconductores se recrudece tras haber quitado EE.UU. el velo a su Ley CHIPS. Incluso las empresas americanas han levantado la voz, pero son las de Taiwán y Corea del Sur las más molestas con todo esto. El problema es que si se quiere acceder al dinero público que brinda la administración Biden, estos exigen a las empresas una serie de requisitos que hasta ahora se consideraban secretos comerciales... Y las empresas extranjeras no están por la labor, así que Corea está trabajando en su propia Ley CHIPS.
Taiwán está más sometida al yugo yanqui por la protección militar, así que no está siendo muy crítica dado que no promete nodos de vanguardia en suelo americano, aunque sí muy competentes. Corea del Sur no tiene el mismo problema que sus vecinos, por lo que están directamente consternados sobre la información que se les va a pedir.
Corea del Sur está descontenta y puede que no solicite los subsidios
Hasta ese punto llega el problema en suelo coreano. Además, como la Ley CHIPS for America les impide parcialmente la expansión en suelo chino, y gran parte de la producción de sus memorias proviene del país de Xi Jinping, el entuerto es doblemente preocupante.
Este es un argumento secundario con el que volveremos más adelante, pero el principal es que como parte del proceso de adquisición de los subsidios americanos , el Departamento de Comercio de EE.UU. exige que toda empresa que quiera hacerse con ellos presenten datos clave que normalmente no se facilitarían en ningún caso. Estos son algunos de ellos:
Capacidad de producción de la FAB.
Proyecciones de tipos de obleas.
Rendimiento de dichas obleas.
Tasa de utilización total y parcial.
Precios a los que se proyectan y negocian las obleas.
Indicadores de rentabilidad varios.
Volúmenes de producción.
No hay que saber sumar para entender que estos datos son internos, pero el gobierno americano quiere saberlos por la llamada política de confiscación de las ganancias excedentes. Es decir, por si las empresas que adquieran subsidios están ganando más dinero del que deberían y lo están ocultando al fisco americano.
El problema llega hasta tal punto de que SK como Grupo, puede que decida no optar por los subsidios y terminar la FAB en suelo americano de su filial SK Hynix.
Ley CHIPS de Corea del Sur, el juego acaba de comenzar

Ya vimos lo que planeaba el gobierno con Samsung, pues bien, la apuesta va a subir en breve y todo gracias a los controles que hemos visto por parte de la administración Biden. Lo que han conseguido es que Corea del Sur reaccione y se mueva para empujar a todas sus empresas de manera que se incentive la inversión interna todavía más.
Lo poco que se sabe por ahora es que habrá un gasto inmenso de 92 mil millones de dólares, casi el doble de la Ley CHIPS for America, solo para el Grupo SK. Se habla de exenciones fiscales masivas para mantener a las empresas del país, que si no vamos mal encaminados, deberían ser de miles de millones.
De la noche a la mañana, Corea del Sur ha eclipsado en inversión a EE.UU., Europa y China juntos. La suma total baila demasiado porque ahora sí que son todo rumores. Ya no es solo inversión semi pública, ahora llega el gobierno a poner la cartera y a hacer un despliegue jamás visto para dominar el mundo de los semiconductores con Samsung y SK Hynix como la punta de la lanza. Por lo pronto, son más de 300 mil millones de dólares, que podrían ser más, realmente impresionante.
Japón confirma el boicot a China: restringe la exportación de equipos para la fabricación de chips
https://elchapuzasinformatico.com/2023/03/japon-boicot-china-restringe-exportacion-equipos-fabricacion-chips/
Se ha terminado confirmando el boicot del entorno de EE.UU. hacia China. Japón es el último eslabón de la cadena que quedaba por unirse y fijarse a la transmisión americana tras Países Bajos, y ahora, cortará de lleno sus exportaciones mediante controles y licencias, que, entendemos, no serán concedidas a China. El impacto en la economía y empresas japonesas parece que será menor del esperado. ¿Ha encontrado Japón una salida tras hacerle boicot a China?
Era un secreto a voces que Japón se iba a sumar a la retórica americana. Tras un vaivén de declaraciones, hoy viernes el Ministro de Economía, Comercio e Industria japonés, Yasutoshi Nishimura ha confirmado los peores presagios de China.
Una cantidad mayor de restricciones a las exportaciones: Japón realiza un boicot duro a China
No se esperaba un despliegue de medidas tan severas. Lo que ha hecho Japón es cortar por lo sano con cualquiera que no esté en su juego y en el de la OTAN (aunque no forma parte), porque las exportaciones y su control mediante permisos de exportación llegan hasta nada menos que 23 tipos de equipos de fabricación de semiconductores y chips.
Una alineación total con la estrategia de la administración Biden que tendrá sus efectos en empresas como Tokyo Electron, Nikon Corp o Shin-Etsu, por ejemplo. Nishimura lo comentaba de la siguiente manera:
"Estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad como nación tecnológica de contribuir a la paz y la estabilidad internacionales"
Básicamente está refiriéndose al nuevo acuerdo de cooperación en materia militar con EE.UU., pero los chips están claramente de fondo. En estos 23 tipos de equipos se dividirán en 6 categorías, como por ejemplo la propia producción de los chips, la limpieza de las máquinas, el soporte, la litografía y el grabado de las obleas.
Lo importante aquí es la entrada en vigor: el 1 de julio y esto implica que todas las empresas afectadas verán un impacto en sus cuentas a partir de dicha fecha.
¿Cómo va a sobreponerse Japón a la pérdida de volumen en ventas que otorgaba su competidor?
Hay varias teorías que se lanzan desde varios puntos. Takamoto Suzuki, jefe de investigación económica de Marubeni en China dice que será un duro golpe para todas las empresas japonesas del sector porque su mercado interior como país no es fuerte en chips, es exportador prácticamente en un porcentaje muy alto:
"Socavará el desarrollo del mercado de las empresas japonesas y ciertamente reducirá su competitividad desde el punto de vista regulatorio".
Nishimura desde Japón ve las cosas de una manera bastante distinta, ya que considera que el impacto será limitado. Una opinión que Takahiro Shinada, profesor de la Universidad de Tohoku en Japón comparte en gran medida:
"Si se mira a largo plazo, el efecto será menor, con la entrada en operación de nuevas plantas de semiconductores en lugares como Estados Unidos y Japón"
Dado que Estados Unidos va a multiplicar su capacidad de producción en su propio suelo entre tres y cuatro veces en los próximos años, es posible que el acuerdo con Biden implique ser el único proveedor de equipos de fabricación para todas las empresas que se instalen allí gracias a la Ley CHIPS for America.
Esto podría paliar temporalmente los problemas y el volumen de ventas de Japón, que además, podría ayudar a Europa si finalmente TSMC e Intel aterrizan aquí. China por su parte no se ha pronunciado, pero ya sabemos que trabaja en silencio en crear su propia industria de equipos de fabricación.