Los problemas durante la producción de la primera película de La Guerra de las Galaxias llevó a George Lucas al hospital y casi le lleva a la ruina
Tal vez la saga Star Wars no esté pasando por su momento de mayor popularidad en la actualidad, pero nadie puede negar que es un fenómeno cultural sin precedentes. Desde su estreno en 1977, ha impactado a generaciones de espectadores y ha influido en la cultura pop y en la manera de hacer cine de formas inimaginables. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que la creación de la primera película, Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza, estuvo al borde del desastre, y la presión fue tal que su propio creador, George Lucas, terminó hospitalizado por problemas cardíacos.
El escepticismo generalizado
Cuando George Lucas comenzó a esbozar lo que se convertiría en Star Wars, el proyecto no tenía precisamente una legión de seguidores. En los años 70, la ciencia ficción era un género que no se tomaba demasiado en serio en Hollywood, y muchos estudios la consideraban una apuesta arriesgada, más adecuada para películas de serie B que para grandes producciones. 20th Century Fox fue el único estudio que decidió apostar por el proyecto, animado por el éxito de 2001: Una odisea del espacio (1968), aunque con serias reservas. Según el libro de Paul Duncan sobre el rodaje de la saga, Fox tenía grandes dudas sobre el éxito comercial de la película. Desde su perspectiva, era un proyecto demasiado ambicioso, con un presupuesto elevado y un concepto que no encajaba con el tipo de cine que dominaba las taquillas de la época.
Lucas también era una figura relativamente desconocida en ese momento. Si bien había ganado cierto reconocimiento con American Graffiti, no tenía la trayectoria de otros cineastas más consolidados. Esto generaba aún más incertidumbre en Fox, que finalmente decidió aprobar el proyecto, pero con un presupuesto muy limitado para lo que Lucas tenía en mente. Este primer obstáculo sería solo el comienzo de una serie de problemas que marcarían la producción.
Mark Hamill y Alec Guiness durante el rodaje de Star Wars en Túnez
Los problemas de presupuesto y producción
El presupuesto inicial para Star Wars fue de 8 millones de dólares, una cifra ajustada para las ambiciones de Lucas, si bien el director logró rascar algunos millones más cerrando por su parte la gestión de la licencia y apostar por crear su propia empresa de efectos especiales. La historia que quería contar, llena de mundos fantásticos, naves espaciales y efectos visuales revolucionarios, necesitaba una inversión mucho mayor. Este ajuste de cuentas afectó directamente al calendario de producción, que se vio comprimido para evitar gastos adicionales lo que generó una atmósfera de tensión constante en el set.
La producción se trasladó a Inglaterra, donde se filmó gran parte de la película. Lucas esperaba que trabajar allí con un equipo experimentado en grandes producciones como las de James Bond le facilitaría las cosas. Pero no fue así. El equipo británico, acostumbrado a una forma de trabajo más convencional, no comprendía la visión de Lucas y, según se cuenta en múltiples entrevistas, llegaron a considerarlo un director excéntrico e inexperto. Además, el trabajo con los sindicatos en Inglaterra era mucho más estricto que en Estados Unidos lo que ralentizó significativamente el rodaje respecto a lo proyectado por Lucas. El director, también tuvo que lidiar con un reparto principal poco motivado que tampoco entendía su visión de la película y que no siempre se tomaba su trabajo con la seriedad necesaria. Esto generó una mala relación entre el equipo técnico y el reparto, quienes no compartían el entusiasmo de Lucas por el proyecto. Incluso Alec Guinness, uno de los actores más respetados del elenco, se mostró escéptico sobre el éxito de la película.
La presión financiera y personal de Lucas
Uno de los factores que más presionó a George Lucas fue la cuestión financiera. Con el presupuesto ajustado al límite y la producción cada vez más retrasada, Lucas decidió poner dinero de su propio bolsillo para completar el rodaje. Amigos como Francis Ford Coppola tuvieron que apoyar económicamente al director, que durante el proceso de escritura y producción pasó largas temporadas a base de arroz, según detalla Laurent Hopman en Las guerras de Lucas. Esta apuesta personal lo dejó al borde de la bancarrota personal, y, según Duncan, en más de una ocasión estuvo a punto de tirar la toalla.
El estrés era tal que, según relatan los que trabajaron con él, Lucas apenas dormía y pasaba horas revisando cada detalle
El equipo encargado de los efectos especiales, Industrial Light & Magic (ILM), fue una apuesta arriesgada. Lucas fundó ILM específicamente para crear los efectos de Star Wars, pero durante gran parte de la producción, el equipo no logró entregar los resultados que se esperaban. El rodaje avanzaba y apenas había efectos visuales listos para incluir en las tomas. Esto desató una serie de crisis y discusiones internas con Fox que sumaron aún más presión sobre Lucas, que ya se encontraba al límite.
El estrés era tal que, según relatan los que trabajaron con él, Lucas apenas dormía y pasaba horas revisando cada detalle, intentando encontrar soluciones a los múltiples problemas que surgían a diario. Esta tensión constante empezó a pasarle factura no solo emocionalmente, sino también físicamente.
John Dykstra supervisando una de las tomas de efectos de Star Wars
Problemas cardíacos y hospitalización
La combinación de problemas financieros, tensiones con el equipo de rodaje y la presión de terminar la película en el tiempo y el presupuesto acordados afectó gravemente la salud de George Lucas. Durante el rodaje, comenzó a experimentar dolores en el pecho y síntomas de agotamiento extremo. A pesar de ello, siguió trabajando incansablemente, pero sus problemas de salud se intensificaron.
Finalmente, Lucas fue hospitalizado y diagnosticado con hipertensión y agotamiento severo. Los médicos le advirtieron que, si no reducía el nivel de estrés al que estaba sometido, podría sufrir un ataque cardíaco. El estado de salud de Lucas era tan delicado que se valoró una pausa en el rodaje, pero el temor a que se cancelara el rodaje de manera definitiva empuejó al director a seguir trabajando. Este fue un momento crítico tanto para el cineasta como para la producción. Sin embargo, Lucas, fiel a su visión, decidió seguir adelante a pesar de las advertencias médicas, delegando algunas de sus responsabilidades en su equipo de confianza para poder completar el proyecto.
El éxito sin precedentes de Star Wars
A pesar de todos estos problemas, hay final feliz: Star Wars se estrenó el 25 de mayo de 1977 y, contra todo pronóstico, se convirtió en un éxito sin precedentes. La película recaudó más de 775 millones de dólares en taquilla a nivel mundial y revolucionó la industria del cine. Fue un triunfo inesperado para Fox, que había dudado del proyecto desde el principio, y una reivindicación personal para George Lucas, quien había apostado todo a su visión. No solo se recuperó económicamente, sino que también logró consolidarse como uno de los directores más influyentes de su generación.
Hoy, más de 40 años después, Star Wars sigue siendo un referente en la cultura popular. Y aunque las nuevas producciones de Star Wars pueden generar opiniones divididas entre los fans, siempre queda el recuerdo de esa primera película. Puedes revivir toda la magia de las películas y series de la saga en Disney+. ¡Que la Fuerza te acompañe!
Fuente:
https://www.3djuegos.com/tv-series/noticias/nadie-creia-primera-pelicula-star-wars-eso-casi-le-cuesta-vida-a-george-lucas