Pues finalizo mi ciclo dedicado al cine asiático con un auténtico broche de oro, una de esas pelis que se recuerdan toda la vida, una obra magna surgida de lo más recóndito del alma humana.
Un truño sideral que va directo a la sección de El Mártir del Videoclub.
Película N° 34
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Las primeras pelis de Bruce Lee son bastante malas más allá de las habilidades del muchacho. Pero, ¿como sería una peli que es una copia barata de otras que ya de por si son cutres? Pues Bruce Li ( que no Lee) El Invencible es la respuesta.
Es una película de la que se pueden extraer varias conclusiones. La primera es que el cambio climático es una realidad y aquí podemos ver que ya en los 70 se notaba su efecto. Por eso podemos ver como nuestro protagonista aparece sudando en una escena, está seco al siguiente plano, vuelve a sudar en el plano siguiente y al final acaba seco. Unos malpensados dirían que es porque son tan cutres que han empalmado tomas sin tener en cuenta como estaba caracterizado el prota en cada secuencia rodada, pero en realidad el cambio climático provoca bruscos cambios de temperatura que hace que en pocos segundos pases de sudar a estar seco y vuelvas a sudar.
En segundo lugar, y esto es triste decirlo, el kung fu no sirve para nada. Golpes y más golpes, patadas y codazos de todo tipo, son absolutamente inútiles contra unos masillas que se levantan una y otra vez. Es realmente difícil vencer a unos enemigos con 99 de resistencia por mucha técnica de la grulla sangrante y por mucho ataque del dragón de jade que hagas. Siempre vuelven.
Y la tercera conclusión es que la imaginación no tiene límites, por eso he podido disfrutar (que digo disfrutar, deleitarme) con una de las escenas de combate más míticas de la historia del cine. Podría describirla pero mejor es que la veais.
Si, os aseguro que eso es parte de la cinta.
Además, por si no fuera suficiente, Bruce Li (que no Lee) El Invencible atesora todos y cada uno de los clichés habidos y por haber, desde la malvada banda que asusta a una pobre familia, la chinita de porcelana hija del tendero, el héroe que viene de visita y se come el marrón, las frases sentenciosas, las caras de estreñidos, con mucha fanfarria musical y mucho zoom de telenovela.
Seguro que la dramática historia de amor entre la campesina Xu Yi y Zao el joven maestro de escuela en plena revolución maoista te llega al corazón, pero lo que te partes de risa viendo esta carroña audiovisual es impagable.
Nota - 3