Borderlands utiliza un sistema de rarezas similar al de Diablo (del que toma muchísimas licencias, como es lógico). Esto ya era así en el primero de la serie, en el que las armas estaban clasificadas por su extrañeza -de menos a más- como blancas (o grises), verdes, azules, moradas y naranjas (legendarias, aunque hay distintos tipos de naranja, más claro o más oscuro, pero naranjas en general).
La introducción de su tercer y más famoso DLC (The Secret Armory of General Knoxx) añadió una última rareza superior a todas las anteriores: las armas pearlescentes, que en futuras entregas empezaron a recibir el nombre oficial de iridiscentes (de un color azul celeste). También añadió el primer Raid Boss de la franquicia, el Crawmerax o Bucherax en español, y con ello la filosofía de diseño de ir agregando Raid Bosses en todas las entregas posteriores y sus respectivos DLCs.
Para entender cómo de raro es este drop, hay que comprender cómo funciona superficialmente la generación de equipo en Borderlands. Para empezar y, como es lógico, la rareza de un arma determina su % de dropeo base. Un arma común o rara será mucho más accesible, por lo general, que un arma épica o legendaria. Además de esto, un arma tiene un rango de niveles al dropear que está relacionado con el nivel del propio jugador. Esto significa que nada te garantiza que el arma que consigas -digo arma pero esto podéis aplicarlo a escudos, modificadores de clase, etcétera- lo haga a tu nivel, sino que podría estar por debajo. Por último, las armas de Borderlands se dividen en partes. Un arma consta de varias partes, algunas de ellas obligadas en la generación y otras opcionales. Entre las dos, encontramos cosas como el fabricante -éste siempre es el mismo para un mismo tipo de arma-, el cañón, la culata, el cargador, el accesorio, la mira telescópica o el propio cuerpo del arma. Entre otras. Aquí tenéis una imagen, por ejemplo, tomando como muestra una escopeta:
La probabilidad de que tú y otra persona encontréis exactamente el mismo arma son infinitesimales, y a esto es a lo que se refiere Borderlands en su marketing cuando presume de tener bazillions of weapons. Pero lo que a nosotros nos importa realmente de todo esto,y que aumenta aún más la rareza, es la existencia de las denominadas armas híbridas. Un arma híbrida es una extraña excepción en la generación del arma en la que ocurre algo que no debería de ocurrir, y es que se mezclan propiedades de dos armas únicas distintas en una sola, al generarse una de ellas con un elemento diferenciador de la otra. Una de estas armas híbridas, y sin lugar a dudas la más cotizada, es la Nemesis Invader.
En toda la serie Borderlands, las armas únicas -a veces legendarias, a veces no- suelen tener asociados efectos especiales que pueden o pueden no ser del todo evidentes a primera vista. Lo normal es que un arma legendaria exhiba un comportamiento distinto en su forma de disparar, o vea añadida alguna particularidad que afecta a su uso. La Invader, es una pistola legendaria cuyo elemento diferenciador reside en su mirilla. Si se apunta con ella y se aprieta el gatillo, el arma vacía todo el cargador en una única descarga:
Por otro lado, la Nemesis, es un arma iridiscente elemental de daño eléctrico que tiene su propio patrón de disparo y añade daño corrosivo adicionalmente aunque no venga etiquetado:
Este arma, al igual que todas las demás armas iridiscentes, sólo puede dropear en el DLC The Secret Armory of General Knoxx, y sólo puede hacerlo (de forma más o menos viable, pues con enemigos normales es prácticamente imposible )de dos fuentes: o bien de los chests especiales de los soldados de la Lanza Carmesí -de ahí el famosísimo glitch de la armería que permite abrirlos infinitamente- o bien, con algo más de drop, del propio Crawmerax. Su drop rate es ínfimo, la manera más viable de conseguirla es matando miles de veces al jefe más duro del juego y encima no es la única arma iridiscente del juego, lo que dificulta la empresa aún más, dado que su drop tiene que competir con el del resto de armas iridiscentes.
Lo peor de todo, sin embargo, es que no basta con que dropee y ya. Tiene que hacerlo dándose la casualidad de que al instante de generarse, la ruleta de los dioses decida que será una versión híbrida y lo hará con la mira telescópica del otro arma legendaria, la Invader. Cuando esto sucede, la Nemesis preserva todas sus propiedades pero además vacía el cargador completo con una cadencia de fuego absurda al apuntar desde la mirilla, convirtiéndose en un arma absolutamente destructiva en manos de personajes como Mordecai.
Ésta es la primera vez desde la salida del juego original que se documenta todo el proceso de farmeo de una de estas versiones híbridas hasta llegar al drop, un drop que se estima gracias a la colaboración de los propios desarrolladores de Gearbox que está alrededor del 0.121% (no el de la Nemesis Invader, sino el de un arma iridiscente normal, así que haced cálculos para estimar la improbabilidad de ésta), lo cual es sumamente significativo, tratándose del jefe más mítico de la serie entera y uno que además tiene una gran comunidad de gente dedicándose con insistencia, durante años, a matarlo para ver si cae este drop en específico.