El mío tiene ya 22 años. Ha sobrevivido a dos hornos, cuatro lavadoras, tres frigoríficos y no sé qué más. Y ahí sigue como un campeón, a veces hace ruidos extraños como eléctricos y echa chispas (no lo hace por lo general, depende lo que pongas dentro) pero bueno, hay que quererme cómo es. Eso sí, no lo usamos mucho.