Carmen Martín Gaite es una firma con una huella infinita en el mundo de las letras hispánicas. Su decena de novelas es solo la punta del iceberg, la mínima parte visible, de una obra tan prolífica como diversa; un valioso legado en forma de poemas, relatos, ensayos, collages, diarios o conferencias. En 2025 se cumplen cien años de su nacimiento en Salamanca, así como un cuarto de siglo desde su fallecimiento en Madrid. El universo de las letras se prepara para celebrar la efeméride de este centenario con reediciones de sus libros, también nuevos y especiales volúmenes que desembarcan ya en librerías, exposiciones o adaptaciones teatrales de algunos de sus textos más emblemáticos. Recordando y reivindicando de esta manera una voz que, lejos de apagarse con el paso del tiempo, parece hacerse cada año más relevante, atravesando la conversación literaria y conquistando nuevos lectores. No será en absoluto complicado hacer que el año que comienza sea uno intensamente ligado a la figura inolvidable de la escritora.
La sensibilidad de la autora de Entre visillos y Nubosidad variable fascina a una nueva generación, que llega hasta sus libros atraída por su condición de clásico moderno y termina, tal vez con sorpresa, descubriendo una voz totalmente actual. Desde su visión, inevitablemente conectada a las luchas feministas aún vigentes, con personajes de mujeres tan fuertes como fascinantes, a su capacidad de convertir la intimidad en el corazón palpitante de las historias, su mirada es plenamente contemporánea y la cercanía al lector hace que sus libros sigan pasando hoy de mano en mano, incesantemente recomendados o citados.
Uno de estos casos es el conocido ensayo Usos amorosos en la postguerra española, que analiza el impacto de la dictadura franquista sobre las relaciones sentimentales con una perspectiva de género. La vigencia de este texto sale todavía a relucir en el pensamiento y la obra de numerosas autoras actuales. Una de ellas es la periodista Raquel Peláez, autora de Quiero y no puedo, un ejercicio historiográfico sobre moda y poder en España, que observa en Carmen Martín Gaite la cualidad de adelantarse al discurso de su tiempo. “Construye una crítica a la moral nacionalcatólica desde el feminismo de una forma divulgativa, clara y fácil de entender, y lo hace en un momento en el que no se conocían los conceptos básicos del feminismo que hoy maneja mucha más gente”, expone Peláez.
Ese interés por los personajes, los temas, la visión y la dignidad femeninas salen a relucir en la obra de la salmantina, y así lo pone de manifiesto un nuevo libro de Siruela, editorial que recoge gran parte de la producción de la autora. Páginas escogidas, con edición y prólogo de José Teruel, –profesor de Literatura Española en la UAM y experto en la figura de la escritora–, es una antología especial que selecciona sus textos más representativos para aproximar su escritura a nuevos lectores. “Carmen Martín Gaite entendió la literatura como un diálogo abierto con todo aquel que quería leerla”, escribe Teruel en el prólogo.
No es el único libro que ya ve la luz a propósito de este esperado centenario. Siruela reedita Visión de Nueva York en edición facsímil, un libro de collages (durante muchos años agotado) compuesto por la autora durante su estancia en una ciudad que produjo en ella una profunda sensación de fascinación y asombro. La misma urbe que inspiró la maravillosa Caperucita en Manhattan, una novela tierna y casi fabulada, posiblemente la más popular de la autora, que toma como protagonista a una niña y sus deseos ardientes de caminar por Central Park. Una emblemática obra que, aunque sin referencias explícitas a ello, hace que todos los lectores conocedores de la vida de Martín Gaite piensen en la desgarradora pérdida de su hija Marta, cuando esta tenía solo 28 años.
Precisamente el Teatro de la Abadía de Madrid acogerá, del 23 de enero al 23 de febrero, la nueva adaptación escénica moderna del texto de Caperucita en Manhattan, dirigida y adaptada por Lucía Miranda, cuyo largo periplo por Nueva York la dejó deseosa de trasladar esta historia a las tablas. La actriz Carolina Yuste será quien se ponga en la piel de Sara Allen, la entrañable protagonista que sale a las calles de la Gran Manzana para conquistar su libertad. “Desde la ternura, la poesía y la fábula, [Carmen Martín Gaite] habla también de lo íntimo, y de esa búsqueda de liberación”, cuenta la intérprete a Vogue España. “Porque hablamos de libertad, pero también tiene que ver con una liberación emocional interna, casi espiritual. Con ese lugar a donde una desea llegar, que a veces se torna complejo y otras se idealiza”. Encontrar tu propio lugar en el mundo y reclamarlo es el efecto de la prosa de la escritora que Yuste percibe sobre sí misma, e identifica en la historia colectiva de las mujeres: “¿Cómo poder ser libre, respirar, abrir el pecho? Eso es una de las cosas más hermosas que están pasándome al revisitar los textos de Carmen Martín Gaite”. Por eso, opina, seguimos leyéndola cien años después de su llegada a este mundo: “Nos conecta con lo que somos, con lo que nos mueve, con lo que hay ahí al fondo. Y lo hace desde un lugar tremendamente hermoso”.
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