Tengo una estantería con sólo tres discos precintados: The Metal Opera Part I, The Metal Opera Part II y, la que para mí es la obra maestra definitiva de EDGUY, Theater of Salvation.
Mira que hay álbumes, viejos y nuevos, que me parecen la putísima polla. La época dorada de Stratovarius, la trilogía de dioses de Sonata (Silence, Ecliptica y Reckoning Night), los pepinardos que son No World Order y Land of the Free, Once que para mí sigue siendo el mejor álbum que ha hecho Nightwish en su historia, las dos partes de Keeper of the Seven Keys, Sad Wings of Destiny, Heaven and Hell, un personal mío que es mi debilidad: Ritchie Blackmore's Rainbow, Nightfall in Middle Earth, The God Machine, A Flame From the Ground Beneath... Y podría estar así todo el día. Todos esos álbumes me parecen de 10, pero las dos partes de The Metal Opera tienen algo, no sé qué, y la época dorada de EDGUY, que me transmite más que ningún otro disco que haya escuchado jamás.
Poco se habla de que Tobias Sammet, hablando estrictamente de él como compositor, en 5 años sacó Vain Glory Opera (1998), Theater of Salvation (1999), Mandrake (2000), The Metal Opera Part I (2001) y The Metal Opera Part II (2002), y que 4 años después sacó Hellfire Club, donde hay cosas como ésta:
Rob Halford, Michael Kiske, Ralf Scheepers, Hansi Kürsch, Andre Matos, Daniel Heiman... Todos me parecen técnicamente superiores a Tobias, pero cuando estoy deprimido tengo 100% seguro que el que me saca del hoyo es él.