Es bonito poder sentir aĂşn ese gusanillo cuando se enseña una nueva consola, comparable a cuando eras un crio y la veĂas en una revista o pasabas con tus padres por el centro comercial y la veĂas anunciada.
Que me desvivan el dĂa que deje de tener ilusiĂłn por estas pequeñas cositas.