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La Guardia Civil investiga al novio de la buceadora que murió en la Cueva del Agua de Cartagena
Alicia Negre
3 minutos
Martes, 28 de enero 2025, 09:45 | Actualizado 11:12h.
La Guardia Civil está investigando al compañero de Lorena, la mujer de 37 años que falleció este mes de enero mientras realizaba una inmersión en la Cueva del Agua, en Cartagena. Los investigadores del Instituto Armado indagan si el hombre, que mantenía una relación sentimental con la mujer desde hacía unos tres meses, pudo incurrir en un presunto delito de homicidio imprudente, según confirmaron fuentes cercanas a la investigación.
Los agentes especializados de la Guardia Civil ya han tomado declaración al sospechoso, de 41 años, que fue el que dio la voz de alerta a Emergencias. Fue en torno a las 23.04 horas del sábado 18 de enero. El investigado explicó que se encontraba en la entrada de la Cueva del Agua y que su compañera, a la que había perdido de vista tras realizar una inmersión, seguía sin salir y temía que tuviera dificultades. En torno a las 1.45 horas del domingo los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) rescataron el cuerpo sin vida de la buceadora.
En su declaración ante la Guardia Civil, el novio de Lorena, que cuenta con una amplia experiencia en buceo, explicó que habían accedido a la Cueva del Agua equipados con dos botellas de aire comprimido cada uno. La idea era realizar una inmersión corta y sin asumir riesgos.
Esta gruta cartagenera es conocida, sin embargo, porque el agua se enturbia con pasmosa facilidad debido al desprendimiento de sedimentos de sus paredes por al aleteo de los buceadores y las burbujas de sus bombonas. Según su versión, eso fue precisamente lo que ocurrió cuando se encontraban en una de las cavidades de la gruta. Al perder visibilidad, declaró el sospechoso, la buceadora se soltó de las líneas de vida o cabos guía de la cueva y entró en una situación de estrés, lo que dispara exponencialmente el consumo de aire.
Su compañero explicó a los agentes que trató de calmar a la buceadora y ayudarla a agarrarse nuevamente a la línea de vida, pero ésta estaba muy alterada y lo rechazó con golpes. En ese momento, según su versión, decidió salir de la gruta a pedir ayuda, llamando a Emergencias. El sospechoso, que está siendo defendido por el abogado Manuel Martínez, se encuentra en libertad.
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