Isolee Yo no sé cómo podéis estar tan seguros de apostar al negro o al rojo en este tema.
Shvus el italiano maltratador
https://www.elmundo.es/espana/2025/02/19/67b62607e4d4d86a718b4593.html
toda la entrevista merece la pena, pero hay cositas que destacan
En las pocas veces que ella venía a Cagliari a verles, el lunes, cuando yo debía recogerles, no estaban en el punto de encuentro. Yo llamaba a la Policía y ya me conocían. Me decían: "Ah, sí, Arcuri: a tal hospital" o "a tal otro". Yo iba al hospital y el médico de turno me decía: "Los niños no tienen nada", y me los llevaba. Así todo el rato, para inventarse supuestos abusos.
¿Cuántas veces pasó eso?
Casi todas las veces que vino a verles, que en realidad no fueron tantas en todos estos años. Otras veces, de forma totalmente incoherente, venía y no quería ver a los niños. Por ejemplo, vino a Cagliari, estuvo dos meses y no vio a Daniel ni una sola vez.
¿Por qué?
La verdad, no lo sé. Ella estaba en Cagliari y no llamaba para ver a Daniel, y él tenía que ir a jugar a Cagliari con su equipo de fútbol y me dijo que le hacía mucha ilusión que su madre le viera. Daniel sabía que ella estaba en Cagliari. Se lo dije a Juana, con el sitio y la hora. Pues nada, no apareció... Pero, a ver, es interminable. Tengo grabaciones de Daniel con cuatro, cinco, seis años, que dice que Paqui [Granados, la consejera áulica de Rivas] y otras personas cerca de Juana le dicen que tiene que decir que su padre es malo y le pega. Otra grabación en que el niño dice que se lo dice su madre. Otra, en que se lo dice Gabriel.
¿Juana Rivas es, en su opinión, una maltratadora?
No es que lo crea, es que es así. Por ejemplo, estas navidades, al niño, de 10 años, en cuanto llega a España le quita el móvil y no le deja comunicarse durante dos meses con sus amigos, con su padre... Es violencia. Ya lo hizo con Gabriel. Me pasé [entre 2016 y 2017, en la primera sustracción] un año y tres meses sin hablar con mis dos hijos, cuando Gabriel tenía 10 años. ¿Qué sucedió? Cuando vi a Gabriel, tanto tiempo después, me encontré un niño cambiado. Sin serenidad. Un niño a quien su madre había enseñado a odiar a su padre. Era: "Si tú quieres que tu madre te quiera, tienes que odiar a tu padre". Y él lo hizo. Obviamente quería ser aceptado por esa madre que, al final, nunca lo fue. Que un día estaba y otro no. Porque así era.
Pero, ¿qué sentido tiene ir a Cagliari y no querer ver a Daniel, y luego manipularle, como dicen los jueces italianos, para quedárselo?
Es que quien ha estudiado este caso judicialmente, y quien conoce las cosas, sabe que en ella todo es incoherente. Por eso en las tres sentencias [de Familia en Italia] siempre me han dado la custodia exclusiva a mí: porque siempre ha hecho cosas extrañas. Por ejemplo, en el verano pasado, le dijo a Daniel, cuando él volvía conmigo: "No me llames por teléfono"...
No entiendo.
Cuando volvió conmigo, Daniel me dijo que su madre le había dicho: "No me llames al teléfono". Él tampoco entendía.
¿Cómo se vive, estos dos meses, sabiendo que el niño está en manos de personas que según los jueces le manipulan, en un país cuyos políticos apoyan a estas personas?
Mal, lógicamente. Es lo más duro, pero también la motivación para no decepcionar a mi hijo y conseguir que vuelva a casa. Pensar que está escuchando mentiras, que no tiene una referencia sana allí... Daniel siempre ha vivido con su padre, y en este pueblo [Carloforte], de 5.000 personas, en el que todos le conocen, y que al final es su familia. Y ahora, por ejemplo, en estos dos meses su madre no le ha dejado comunicarse ni un solo día no ya conmigo, sino con sus amigos. Otra prueba de su voluntad de manipular a un niño de 10 años.
¿Por qué la Fiscalía, tras archivar todas las denuncias de Juana Rivas contra usted, de pronto apoyó cuatro de ellas? Porque en esa actuación de Fiscalía se ha apoyado Rivas para intentar quedarse a Daniel en España.
Hay que explicar esto, desde luego, y debo decir que no lo entiendo. Durante años el fiscal encargado, al recibir cada denuncia, preguntaba a los niños, recababa pruebas y siempre archivaba. Luego llegó un nuevo fiscal y dejó de archivar. En una de ellas aceptó como prueba una denuncia falsa de Rivas, sin más. En otra, se basó incluso en una declaración de Daniel en la que el niño también decía que la madre le pedía que dijera mentiras sobre su padre. Ahora tendrá que ver un juez si estas denuncias siguen adelante, pero si así fuera ningún problema: explicaremos la verdad y ya está. En todo caso, la sentencia de la Corte de Apelación, que son 88 páginas, ya desmonta todas esas acusaciones falsas, una por una, y dice que no hay nada. Porque esas pruebas a las que el fiscal da crédito no son pruebas, son inverosímiles, y así lo dice la Corte de Apelación. Pero si hay que ir a explicarlo, vamos, claro.
Me contó usted en una ocasión que el propio Daniel, de pequeño, le dijo: "Papá, pero tú, ¿nos pegas?". Pienso en cómo procesa eso la mente de un niño, en cómo se le puede colocar algo dentro.
Sí... Él era muy pequeño. Cuatro años o así. Volviendo de ver a su madre yo le veía preocupado. Le pregunté y me dijo: "Pero, es que... Tú... ¿Nos pegas?". Yo le dije: "Pero Daniel, dímelo tú, si yo te pego". Y él: "No, no me pegas, pero mi mamá me dice que me pegas". Claro, para un niño tan pequeño todo lo que le dice un progenitor es verdad, lo que te dicen tus padres no puede ser falso. Ahí empezó un poco el pobre a ser más adulto, a decirse: "Tengo que pensar con mi cabeza". No sé cómo puede afectar a un niño tan pequeño algo así, la verdad. Lo que sí sé es que es horrible.