Estragos
Esperaba con ilusión esta película, más que nada por ser lo nuevo del director de la saga The Raid y contar con dos actores que me gustan mucho: Tom Hardy y Timothy Olyphant. Es por todo ello que la decepción ha sido mayúscula.
La película es aburrida y absurda, la mayor parte es un compendio de escenas insulsas, protagonizadas por unos personajes aún más insulsos. Al tratarse de una producción made in Netflix, no podía faltar el wokismo, lo que la hace aún más insoportable e inverosímil.
A nivel técnico luce pobre, con escenas donde el cgi no sólo está mal hecho, sino que sinceramente no tiene razón de ser. En este apartado, lo único que luce bien son las escenas de acción; las cuáles tienen una evidente influencia de la vista en las películas hongkonesas de John Woo y Chow Yun-Fat.
Aquí un breve listado de algunos de los momentos más absurdos/incomprensibles:
1.- ¿Alguien me puede explicar el sacrificio del personaje de Luis Guzmán
?
2.- ¿Qué leches le pasa al personaje de Hardy en la escena de la cabaña, cuando amenazan a la chica y a su novio?, ¿se hecha un sueñecito o cómo va la cosa?
3.- El combate entre la sicaria chinorris y Hardy, es lo más surrealista del mundo y no por las coreografías, que de hecho están muy guapas, sino porque nadie se cree que una tía aguante en una pelea de tú a tú con Hardy (a la primera torta la manda a dormir un mes, no jodamos).
4.- En la peli todo Dios sabe artes marciales, hasta la parejita de enamorados (Mia y Charlie); de echo, en la escena de la discoteca ella reparte tanto o más que el propio Hardy.
Respecto de la bso... ¿a caso hay bso?, porque si la hay, yo desde luego ni me he enterado.
Desgraciadamente, estamos ante una oportunidad desaprovechada y es una verdadera pena.
Nota: 3/10