Más allá de las formas y todo eso a mí sí que me parece, deportivamente hablando, procedente el debate sobre los futbolistas y el ramadán. Rüdiger el otro día dijo en Marca que él cumple explícitamente el precepto de no ingerir líquidos ni alimentos mientras que el Sol esté en el cielo. Eso implica que mismamente ayer al empezar el partido (independientemente de que no jugase de titular) llevaba más de 12 horas sin ingerir nada, me parece una absoluta locura.
Sí, ya sé que se lo vigilarán mucho y le preparan un plan específico pero es inapelable que cualquier "solución" va a implicar un peor rendimiento físico.
O no lo cumplen, o si lo cumplen me parece procedente que se pueda debatir que vale, tus convicciones religiosas son absolutamente respetables pero entonces tú no juegas o tus participaciones en los partidos deben limitarse porque tu productividad va a disminuir.