Un poderoso terremoto de magnitud 7,7 ha sacudido este viernes el noroeste de Birmania (Myanmar), afectando gravemente a la ciudad de Mandalay, donde habría al menos 13 muertos y 200 heridos. A mil kilómetros de distancia, en la vecina Tailandia, el sismo ha provocado la caída de edificios, entre ellos un rascacielos en construcción donde hay un fallecido y docenas de trabajadores atrapados que fueron rescatados de los escombros, según informaciones oficiales.
El temblor se registró a las 12:50 hora local (6:20 GMT) a solamente 10 kilómetros de profundidad cerca de Mandalay, una de las principales ciudades del país asiático y en la que residen 1,2 millones de personas. Periodistas en la zona hablan de colapso de los hospitales por el gran número de personas heridas. Doctores de Mandalay han dado un primer balance de afectados, con al menos 13 fallecidos y 200 heridos.
Según relataron algunos testigos al medio Myanmar Now, partes del Palacio histórico de Mandalay sufrieron graves daños mientras que un puente en la localidad de Sagaing fue completamente destruido. Los efectos del sismo se dejaron sentir también en Yagón, principal ciudad del país, donde se evacuaron los edificios.
Un equipo de periodistas de AFP estaba en el Museo Nacional de Naypyidaw (Birmania) cuando se produjo el terremoto. El techo del edificio se quebró cuando el edificio comenzó a temblar, dijeron. El personal uniformado salió corriendo, algunos temblando y llorosos, otros agarrando sus teléfonos móviles para intentar comunicarse con sus seres queridos. Las carreteras cercanas quedaron dañadas por los temblores y la ruta hacia uno de los hospitales más grandes de la ciudad estaba congestionada por el tráfico. En el hospital local, de 1.000 camas, los heridos estaban siendo atendidos en la calle, afuera, con goteros intravenosos colgando de sus camillas.
Atrapados en un derrumbe
En la vecina Tailandia, se sintió el sismo con mucha fuerza, se derrumbaron varios edificios y se evacuaron edificios residenciales y oficinas, según comprobó EFE.
La cadena pública Thai PBS informó del derrumbe de un edificio en construcción en el distrito Chatuchak de la capital de 30 plantas en el que había alrededor de 50 personas trabajando, siete de las cuales consiguieron escapar, mientras que el resto, quedaron atrapadas. Según el servicio de emergencias tailandés, habría un fallecido y decenas de rescatados en el edifico que quedó reducido a una maraña de escombros y metal retorcido.
Las autoridades han decretado el estado de emergencia en Bangkok, han advirtido de posibles réplicas y se ha recomendado a la población tomar las precauciones necesarias y permanecer al aire libre.
El terremoto en Bangkok obligó también a suspender algunos servicios de metro y tren ligero en la ciudad. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, declaró el viernes que había interrumpido una visita oficial a la isla sureña de Phuket para celebrar una "reunión urgente" tras el terremoto, según una publicación en X.
Testigos en Bangkok informaron a Reuters que la gente salió a la calle presa del pánico, muchos de ellos huéspedes de hotel en batas y trajes de baño. Un edificio de oficinas en el centro de Bangkok se balanceó de lado a lado durante al menos dos minutos, con puertas y ventanas crujiendo ruidosamente. Fuera, cientos de personas se congregaron bajo el sol de la tarde, mientras el personal con botiquines médicos buscaba sillas de oficina para los que estaban en estado de shock.
También se sintieron temblores en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, según la agencia sísmica de Pekín, que indicó que el temblor tuvo una magnitud de 7,9.
Birmania se encuentra cerca de una zona de alta actividad tectónica por la presión entre la placa del subcontinente indio, al sur, y la euroasiática, al norte. Los terremotos son relativamente frecuentes, seis fuertes terremotos de magnitud 7,0 o superior se produjeron entre 1930 y 1956 cerca de la falla de Sagaing, que recorre el centro del país de norte a sur. Pero este es de los más fuertes.
En agosto de 2016, un terremoto de magnitud 6,8 grados también sacudió el país, y causó la muerte de tres personas, además de derribar templos de este destino turístico.