Desde 2019, Juan Carlos Unzué (Orkoien, 57 años) lucha contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) y es una de las caras más visibles de esta enfermedad. El portero y entrenador anunció hace unas semanas que dejaba de ser comentarista de fútbol en DAZN porque necesitaba más esfuerzo para hablar por una limitación respiratoria. Este jueves estuvo en El Larguero de la Cadena SER para explicar por qué había decidido no hacerse la traqueotomía para mantener la respiración: “En mis últimas voluntades había puesto hace tres años que me haría la traqueotomía si la necesitaba, estoy seguro que si lo hubiese necesitado el primer o segundo año con ELA, hoy la tendría hecha. Pero después de vivir casi seis años con esta enfermedad, de haber podido comprobar cuál es la calidad de vida de muchos de mis compañeros y compañeras que la tienen, he llegado a la conclusión de que para mí no es suficiente calidad de vida, prefiero marcharme un poco antes con la sensación que tengo hoy, de que he tenido una vida plena”.
Desde Pamplona y arropado por su familia y su círculo más cercano, Unzué explicó que tiene la suerte de no haberse sentido condicionado a la hora de tomar esta decisión y que fue María, su esposa, la primera persona a la que se lo comentó. “Creo que la aceptó bien, al final lo que estamos viviendo es mutuo y ella siente muchas veces lo que yo estoy pensando casi. Las mujeres tienen un sexto sentido”, aseguró. Además, agregó que tenía la suerte de tenerla a su lado para hacer lo que necesitase y que contaba con su cariño y su respeto.
“He conseguido todo lo que estaba en mis manos que es poner mi imagen, ser un poco el altavoz de esto, pero hay muchísimo trabajo detrás de asociaciones, de fundaciones, de afectados y de familiares”, contó Unzué al hablar de la satisfacción de haber hecho posible la aprobación de la ley para enfermos de ELA, tras más de dos años de tramitación. Esa legislación propone garantizar cuidados las 24 horas a pacientes en fase avanzada y ayudar a los cuidadores. Unzué reconoció que lo que no se sabe es cuánto va a tardar en ser efectiva y que por eso presentaron un plan de choque hace un mes y medio: “Consiste en adelantar unos 63 millones de euros para poder atender y cuidar a las personas que a día de hoy necesitan ventilación asistida mínimo 16 horas, para que ninguna persona más se sienta condicionada por el tema económico para tomar la decisión final que yo he tomado”.
Preguntado por la aceptación de la enfermedad, Unzué relató que tuvo la suerte de hacerlo desde el día del diagnóstico. “Sabía que la ELA iba a forma parte de mi vida. No todos van a tener la suerte que he tenido yo, pero también les digo que cada persona somos una historia y quizás algunas necesiten tres meses y otras seis”, respondió. Insistió en que no siente que le quede nada por hacer: “No tengo esa sensación. Tengo mi orgullo, mi ego a tope, la tranquilidad de haber hecho todo lo posible, de haber disfrutado y de haber hecho todo lo que quería hacer. Voy a estar satisfecho el día que yo vea que llegan esas ayudas a las casas de las personas afectadas”. El exportero navarro desarrolló su carrera como jugador en Osasuna, el Barcelona o el Celta de Vigo antes de ser entrenador del Barcelona, el Numancia y el Girona.
En septiembre del año pasado, Anatxu Zabalbeascoa entrevistó al exfutbolista en EL PAÍS Semanal. En su conversación, Unzué ya comentó que tenía dudas sobre la traqueotomía: “Hace dos años escribí mis últimas voluntades: si llegaba a tener problemas graves respiratorios, pedía una traqueotomía. Hoy tengo dudas. Me las generan los cinco años que he disfrutado. Sigo sintiendo que tengo una vida plena. Y quiero irme de este mundo con esa sensación. Voy a poder ser Juan Carlos Unzué hasta el último día”.