La Policía Nacional detuvo a dos individuos radicalizados que habían obtenido armas ilegales gracias a sus vínculos con el crimen organizado, frustrando un posible ataque en España.
La Policía Nacional ha desarticulado un nuevo intento de atentado en territorio español mediante una operación coordinada por la Comisaría General de Información. El pasado martes, las fuerzas de seguridad arrestaron a dos yihadistas argelinos, de 41 y 43 años, en las ciudades de Zaragoza y Tortosa (Tarragona). Estos individuos habían adquirido armas de fuego en el mercado negro con el objetivo de perpetrar un ataque inminente en el país.
Los detenidos son considerados presuntos autores de delitos de adoctrinamiento activo y pasivo. Ambos se hallaban en un estado avanzado de radicalización, consumiendo y difundiendo contenido multimedia relacionado con la organización terrorista Daesh.
La investigación, que se inició hace año y medio, permitió a los agentes constatar no solo el consumo de material yihadista por parte de los sospechosos, sino también su peligrosidad. Los vínculos de los detenidos con la delincuencia común, incluyendo el tráfico de drogas, les facilitaron el acceso a armas en el mercado negro, de las cuales llegaron a disponer físicamente.
El martes por la mañana, los agentes llevaron a cabo las detenciones simultáneamente y registraron dos viviendas, incautando abundante material electrónico y documentación que actualmente está siendo analizado por especialistas.
La operación fue ejecutada por agentes de la Comisaría General de Información, con la colaboración de las Brigadas Provinciales de Información de Tarragona y Zaragoza, el Centro Nacional de Inteligencia y el FBI estadounidense. La supervisión corrió a cargo del Juzgado Central de Instrucción número 1 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Tras ser puestos a disposición judicial, se ordenó el ingreso en prisión del detenido de 41 años en Zaragoza, mientras que al otro se le concedió la libertad con medidas cautelares.
