Lo de China con el anime no tiene sentido: se confirman nuevas censuras que prohíben romances y rebeliones
China suele aplicar censura en series y películas de Hollywood y, también, en el anime, pero las nuevas prohibiciones rozan lo absurdo.
China siempre se ha caracterizado por censurar series y películas de Hollywood, y el anime no se ha librado de esos "recortes" para delimitar qué pueden ver y qué no los espectadores de su país. Una de las últimas modificaciones que el gobierno chino realizó en el formato de animación japonés fue sustituir la sangre por líquido blanco, generando gran controversia y polémica con ello. Ahora, la cosa va a más y se prohíben romances entre adolescentes y rebeliones contra el gobierno.
China roza el límite de la censura y se carga el anime: prohíben romances y rebeliones contra el gobierno
Según informan desde Espinof, en base a los datos recogidos por Mantan Web, China ha impuesto estas nuevas censuras que ponen al límite las proyecciones del anime en su territorio, puesto que las prohibiciones totales van desde la violencia y la sangre, hasta los romances e incluso decisiones narrativas concretas que los directivos consideran amenazantes. El anime ya estaba en un punto delicado antes, pero ahora aun más a causa de estas medidas que pueden traer graves consecuencias.
Estas adiciones a la censura son, casualmente, dos temas que se suelen ver de forma constante en los anime. De hecho, 'One Piece' suele oscilar bastante en el concepto de rebelión contra las organizaciones gubernamentales, por lo que puede que la obra de Eiichiro Oda no pueda proseguir en territorio chino debido a estos cambios, lo que sería fatal, puesto que una generosa parte de la audiencia del anime se encontraba hasta la fecha en China, y esto puede ser un mazazo contundente para las productoras.
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China prohíbe los romances adolescentes y las rebeliones en el anime.
Habrá que ver, con el tiempo, cómo se adaptan estas modificaciones a los anime japoneses más populares y si realmente hay títulos que se vean afectados, de forma palpable, en audiencias e impacto. China, pese a las críticas, continúa obsesionada con censurar aquellos contenidos que considera inapropiados para su público, y ya no se trata sólo de elementos que puedan resultar visualmente agresivos (como la sangre), ya se están abordado otros asuntos.
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