Kaim
El sistema de configuraciones permite builds completamente flexibles que dejan estrategias muy distintas, pero mucho, y todas efectivas. El sistema de defensa podría permitir que incluso si optas más por la habilidad puedas pasarte el juego sin recibir un solo punto de daño, vamos a pasar de ver youtubers grabándose un novio de Sekiro a este juego seguro. Una planificación estándar propia de Final Fantasy puede acabar con cualquier masilla matándote, como en un souls, pensar como en un jrpg clásico sin más te condena. El sistema de curación y reaparición entre banderas hace que los avances entre secciones también es más propio de un souls que de un típico jrpg.
De verdad que cuanto más avanzo más tengo esa sensación adictiva más propia de un Souls ( avance entre secciones, conseguir builds que se adapten a tu estilo y ganancia en habilidad y soltura) que de un jrpg como un Final Fantasy ( que se consigue más más por progreso de la subida de niveles y experiencia).
Sin desmerecer ningún sistema, que he jugado a decenas o cientos de jrpg desde que empecé a jugarlos hace más de 30 años y sigo disfrutándolos un montón, pero creo que Expedition 33 ha sabido traer esa nostalgia de un sistema de turnos y ese sabor clásico de los 90 pero también ha sabido leer muy bien lo que funciona en 2025, y no es nada fácil hablando de dos posturas tan alejadas en el tiempo.
Por eso hablar de un jrpg conservador lo entiendo en el caso de un Dragón Quest XI, juegazo, pero que no busca la nostalgia, busca no cambiar. En Expedition 33 hay que distinguir entre esos mimbres de nostalgia que recupera y el producto final, que se siente completamente actual y fresco.