Ayer me comí una pizza en Fratelli Figurato en Madrid con guanciale y tomate confitado, con lo que lo último que me puede dar hambre hoy es una hamburguesa. De hecho he hecho para comer un gazpacho de poleo, almendra y huevo duro (recetario clásico extremeño) con salchichas de pollo de carnicería al vino blanco con cebolla, pimiento verde. Y todo por una décima parte de lo que cuesta esa hamburguesa en Dubai.
Añado a mi comentario la opinión de que alguien tiene que romper el melón de la burbuja de hamburgueserías en los restaurantes, que está haciendo que normalicemos pagar casi 20 € por hamburguesas que no son más que 150-200grs de carne picada comprada en carnicería de una cierta calidad (máximo 3-4€ con nula elaboración más que mezclarla y darle forma) con pan. La elaboración y materiales no justifican en el 99% de casos los precios que se están poniendo en la mayoría de restaurantes de hamburguesas que se están popularizando desde hace unos años.