La creatividad de los padres es directamente proporcional a la subnormalidad de los mismos.
Es que ni uno de esos se ha planteado que cuando sus hijos sean mayores, su nombre va a ser en muchos casos su carta de presentación, y a nadie le apetece que lo primero que piensen los demás es que tiene un nombre ridículo.
Fatman_1987
Es que antiguamente se ponía el nombre según el santoral. Que oye, si te coincidía San Antonio pues vale, pero como te tocara Marciano o Agapito....