Qué hijo de puta el Alejandro. No, no necesito corroborar pruebas o testimonios o esperar a juicio alguno para saber que es un hijo de puta. De hecho ni necesito oír el testimonio de ella para saber que es un hijo de puta. Me basta saber que se la folló para tenerle envidia y por lo tanto es un hijo de puta; ojalá le caiga todo el peso de la ley inventada por mí que te castiga por ser hijo de puta.