Spoilers masivos de FF XII, el que no quiera saber nada, está avisado.
¿Quiénes son los héroes en FFXII y quién es el villano?
La pregunta a priori parece una estupidez. Ashe, Vaan y el resto son los héroes, Vayne, Cid y el
titiritero detrás de ellos, Venat, son los villanos. Fácil, ¿no? Ellos dirigen Arcadia, Arcadia está
conquistando territorios y provocó muchas muertes de inocentes, como el bombardeo de Nabudis con
la explosión del Dawn Shard. En Rabanastra son un pueblo “preso”, en Arcadia son ricos y viven con
lujos, los Jueces son malos, los Rebeldes buenos.
No.
La guerra con Arcadia, las rebeliones territoriales; no son más que el problema visible, la cara, el teatro,
la excusa que Ashe y compañía ven y por la que caen a lo largo de todo el juego. Mucha gente termina
FF XII sin entender que, durante 90% del juego, fuiste un peón a manos de otros seres, y que
irónicamente al final fue el “”“villano”"" quien los liberó de ese papel.
El verdadero conflicto es con los Occuria.
Los Occuria son los dioses de Ivalice, una raza antigua capaces de tocar los rincones más profundos
de la magia. Los Occuria sabían que las razas mortales eran manipulables al darles poder
(conectándolos a través de la mist magic), y así ellos crearon la Sword King y convocaron a Raithwall,
el antepasado de Ashe, para que creara fragmentos de nehicite cortando el Sun-Cryst (la principal
fuente de mist magic del plano físico) en el Faro de Ridorana. O dicho de otro modo, le dio armas de
destrucción masiva a los mortales para que hubiese un nuevo Rey Dinástico en todo Ivalice. Alguien
que controlara todo y obedeciera a los Occuria, un brazo ejecutor de sus voluntades.
Es en este contexto donde entra Venat. Venat es uno de los Occuria, pero, a diferencia del resto de los
dioses, Venat cree que Ivalice posee un futuro real únicamente si dejan su destino en manos de los
mortales; que ellos, no deberían gobernar, simplemente observar. Los Occuria exiliaron a Venat, pero
este dios caído sabía que los Occuria, gracias a las civilizaciones que surgieron por la mano de
Raithwall, seguían controlando el mundo. Y así, decidió oponerse, consiguiendo la ayuda de un
Príncipe codicioso pero con un genuino interés en el bienestar de su gente: Vayne.
Venat le revela a Vayne la verdad sobre los Occuria, y cómo ellos a través de la magia de la niebla
controlan e influyen innumerables aspectos del mundo. Venat y Vayne hacen un pacto finalmente,
Venat le daría a Vayne el poder para que Arcadia se convirtiese en la fuerza militar más poderosa de
Ivalice, no por magia, no por manipularlo, sino por consejos y guías; mientras que Vayne usaría los
recursos de Arcadia para rastrear las piezas de Nethicite que Raithwall extrajo de la Sun-Cryst, y
destruirlas, terminando con el control de los dioses sobre el mundo.
Es en este contexto donde ocurre todo FFXII. Donde Ashe, Vaan y compañía ven al imperio invasor de
Arcadia, lo que ocurre de fondo no es exactamente tan blanco y negro. Porque Venat tiene razón, y los
Occuria hacen todo lo posible, incluyendo manipular a aquellos con el espíritu más “heróico” para
hacerles creer que protegen Ivalice cuando en realidad sólo protegen su influencia en el mundo. Ashe
ve constantemente al fantasma del príncipe Rasier (su esposo que fallece en el prólogo), que no es
más que los Occuria intentando convertirla en una nueva Raithwall, que use la Nethicite para dominar
con puño de hierro Ivalice. Y entre estos heroicos rebeldes tenemos traidores y ciegos como Vossler, y
entre los malvados jueces a monstruos como Bergan, y caballeros nobles como Drace o Zargabaath.
Y es que incluso al final Venat ve su objetivo cumplido en el momento en el que Reddas destruye el
Sun-Cryst (cosa que ni siquiera Ashe estaba segura realmente de hacer), cortando la influencia de los
Occuria definitivamente sobre el mundo físico. Venat pensaba utilizar Bahamut para acabar con los
Occuria si al final destuir la Sun-Cryst no era posible (porque, esencialmente, no creía que Ashe fuese
suficientemente heroica como para oponerse al plan de los Occuria). Por eso una vez que ve su
objetivo cumplido, Venat acepta su potencial muerte junto a Vayne, y le concede su poder como
agradecimiento por salvar a Ivalice del control de los Occuria. Quiere apoyar el último intento de Vayne
por ser emperador ya que Vayne estuvo allí para cumplir su parte del trato, sabe que Arcadia a manos
de Vayne es una nación militarista y peligrosa, pero lo acepta, es “el mal menor” contra la pérdida de
voluntad de los pueblos de Ivalice. Por eso Venat tampoco sufre su muerte a manos del grupo,
simplemente espera que hagan lo correcto de ahora en adelante.
Es casi poético, no sólo por la clara referencia a la figura del ángel caído, y todas las analogías entre
Venat y Lucifer, pero por el hecho de que Venat cumple el rol del villano a ojos del party, cuando no es
más que un antagonista, y, desde la perspectiva del “gran conflicto”, el héroe de la historia. Pero la
guerra contra los Occuria fue una guerra que genuinamente era su objetivo. No hay un encore luego,
no intenta ahora conquistar el mundo ni ninguna estupidez. Venat deseaba la libertad de Ivalice, y una
vez conseguida esta, puede morir en paz, y decide hacerlo saldando su deuda con su amigo que le
ayudó a hacer posible esto, sin manipulación, sin engaños, dejándole con libertad que siga su camino
hasta el final.