Llevo dos días escuchando esto fascinado, me ha atrapado totalmente este proyecto de la cantante de Lingua Ignota (pese a que su rollo noise-avantgarde a lo Prurient nunca me gustó mucho).
En este caso, reconvertida en la reverenda Kristin Michael Hayter, nos trae un compendio de himnos religiosos que se transforma en una de las experiencias más jodidas que he tenido nunca. Una verdadera revelación profana, muy cinematográfica, demostrando que la producción musical puede ser tan o más expresiva que la música en si misma. Es como estar escuchando dos cosas al mismo tiempo, por un lado los himnos y por otro... la angustia, la locura y el tormento de un alma atrapada entre estos acordes aparentemente luminosos. La última canción me deja con un nudo en el estomago. Tremendo.