Si me lo preguntan me parecen unas nalgas muy coquetas y fantásticas.
Con ese punto de jugosidad y pulcritud que provoca tener a cualquier hombre con niveles de testosterona saludables una erección como para perforar concreto.
Unas nalgas que reflejan femineidad por todos los ángulos, que provocan discordia, odio y resentimiento incluso entre aquellos hombres con un gran nivel de hermandad, una lucha a muerte entre machos por ver quien termina alzándose victorioso y merecedor de disfrutar un premio tan delicioso, divino, digno de dioses.
Unas nalgas que tienen un bamboleo hipnótico, adictivo a la vista, es un disparo de dopamina de la mas fina directamente al cerebro del macho, si no estás química y hormonalmente preparado puedes terminar sucumbiendo en el mismo sitio donde te encuentras.
Lo mejor que ofrece este mundo, invito a todos nuestros estimados lectores elevar una oración de gratitud a la naturaleza del mundo, a lo maravilloso que puede ser la vida, de obtener un combustible tan poderoso para generar motivación, es la esencia de estar vivo.
Feliz y santo viernes a todos.