Empecemos por el principio. Tengo una galería abierta y las palomas son un coñazo, antes podía tender la ropa y ahora es imposible. He puesto pinchos de esos en los tendederos pero vuelven igual y me dejan la galería hecha una mierda. Poco a poco están conquistando mi espacio pero hoy se ha producido ya por fin, el drama.
Me fui 15 días esta semana santa y cuando volví arriba de un armario donde tengo las sartenes en bolsas pues salían palomas. Me pegué un susto importante. Puse un mocho como método disuasorio tal que así

A ver si viendo el mocho pasaban de el.
Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando volví a salir y volvió a salir una paloma de justo al lado del mocho. Nunca habían sido tan insistentes.
Hoy he vuelto al mediodía y otra vez la, paloma escapando en cuanto aparezco.
Me he temido lo peor... Y así ha sido...

En fin, hay un futuro polluelo, una víctima inocente que va a ser sacrificado por mi.
Son ratas aladas así que no sintáis compasión por él. Aunque me sabe un poco mal todo hay que decirlo.
Ahora tengo el cacharro dentro de casa y no me decido a tirarlo a la basura... O tendría que plantarlo en una maceta?
Su madre sigue dando vueltas por aquí, a ver si se da cuenta que su polluelo, aún por salir, ya está caput, perdido.
Aún así estoy flipando con el arte de hacer un nido de las palomas. Con hojas limpias y ramitas... qué mona... No, no, Lyn, no son monas son ratas.
Ahora Reflotes decide ¿Qué hago con el huevo?