La seguridad privada del Aeropuerto de Palma fue clave para detener al hombre de más de 70 años que huyó del lugar del delito con su taca taca. Era la excusa perfecta para no levantar sospechas y pasar desapercibido, pero la Policía Nacional dio caza a este crimnal de la tercera edad que el día 18 se llevó un botín de más de 2.000 euros tras robar a una turista.
El delito —el hurto se cometió sin uso de fuerza— tuvo lugar el día 18 en el Aeropuerto de Palma de Mallorca, cuando la víctima acababa de llegar a la isla balear para comenzar sus vacaciones de verano. En un descuido, cuando iba a coger un coche de alquiler a la salida del aeródromo de Son Sant Joan, el anciano de más de 70 años se acercó a ella apoyándose en el taca taca y le arrebató una parte de sus pertenencias, como han explicado los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Con pelo cano, pertrechado con una camisa blanca de verano, pantalón corto oscuro y unas zapatillas cómodas, ha sido prácticamente imposible sospechar de que este septuagenario estuviese detrás de una serie de hurtos en el aeropuerto de la capital insular.
El operativo pudo cerrarse con éxito gracias a la colaboración de la seguridad privada, que fue la que pudo identificar al sorprendente ladrón, un hombre de más de 70 años, según ha trascendido. Los objetos que conseguía sustraer los guardaba en el asiento del andador y, después, al no tratarse de un perfil sospechoso, huía con facilidad del lugar de los hechos.
Son Sant Joan, un aeropuerto conflictivo
Durante este mes de agosto, la Policía Nacional ha informado del control de los pasajeros de más de 4.400 vuelos, de los que se han desprendido trece personas detenidas: seis por falsedad documental (cuatro albaneses, un argelino y un iraquí), cuatro por reclamaciones judiciales, dos por hurto y una por lesiones.
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